PREVENCION DE ADICCIONES


 PREVENCION DE ADICCIONES

1 Tesalonicenses 5:22
absteneos de toda forma de mal.

2 Timoteo 2:22
Huye, pues, de las pasiones juveniles y sigue la justicia, la fe, el amor {y} la paz, con los que invocan al Señor con un corazón puro.


prevención.

(Del lat. praeventĭo, -ōnis).

1. f. Acción y efecto de prevenir.

2. f. Preparación y disposición que se hace anticipadamente para evitar un riesgo o ejecutar algo.

3. f. Provisión de mantenimiento o de otra cosa que sirve para un fin.

4. f. Concepto, por lo común desfavorable, que se tiene de alguien o algo.

5. f. Puesto de policía o vigilancia de un distrito, donde se lleva preventivamente a las personas que han cometido algún delito o falta.

6. f. Mil. Guardia del cuartel, que cela el orden y policía de la tropa.

7. f. Mil. Lugar donde está.

Realizar un trabajo de prevención del consumo de drogas es clave para evitar que alguien no se sumerja en el mundo de las drogas porque nadie está libre de no volverse adicto a las drogas y de padecer una adicción. Cualquier persona, independientemente de edad y condiciones puede volverse dependiente, pero existe más riesgo en los adolescentes por su vulnerabilidad.

 

Por eso, desde Piedra Viva hacemos un trabajo de prevención importante, sobre todo en los más jóvenes, para advertirles de los peligros que supone consumir drogas.

 


La prevención para no caer en la adicción

Se define la prevención del consumo de drogas como: «un conjunto de actuaciones que tienen el objetivo de eliminar o modificar los factores de riesgo y a fomentar factores de protección frente al consumo, o a otras conductas adictivas».

 

No existe un manual exacto que asegure que si se siguen todos los pasos confirme que la persona no caerá nunca en el mundo de las adicciones, porque no es una ciencia exacta y depende de demasiados factores que no se pueden controlar. Sin embargo, si se pone especial énfasis en algunos elementos se podrá realizar una prevención del consumo de drogas.

 

Existen algunas pautas que se pueden seguir para educar a los adolescentes y que ayudarán a prevenir el consumo de drogas, por ejemplo:

 

1. Concienciación sobre los riesgos de las drogas

 

Este es un trabajo conjunto que ha de hacerse desde casa, escuela e instituciones de manera conjunta. Dar un mensaje común advirtiendo de los peligros de las drogas, aunque su consumo sea de manera esporádica.

 

2. Disponer de herramientas emocionales

 

Puede parecer insignificante y parecer que no tiene relación con las drogas, pero muchas veces, las personas, se ven inmersas en el mundo de las drogas porque no saben afrontar determinadas situaciones y quieren evadir la realidad. Si se disponen de herramientas que ayuden a enfrentarse a situaciones duras, se podría evitar que esa persona se inicie en el consumo de drogas.

 

3. Vivir y convivir dentro de un buen ambiente.

 

Encontrarse en un entorno familiar agradable, ayuda que el joven cuenta más cosas sobre lo que le sucede, aumente la comunicación y puede ayudar a evitar una de las actitudes más características de los adolescentes: el querer rebelarse.

 

4. Promover la comunicación asertiva

 

Trabajar en que los adolescentes tengan una comunicación asertiva. Consiste en tener una actitud personal positiva a la hora de relacionarse con los demás. Destacar lo positivo y evitar enfrentamientos. En este tipo de comunicación, también incluye el saber decir que no. Este elemento es muy importante en los más jóvenes, que sienten una gran presión de grupo y pueden llegar a hacer cosas que no quieren por miedo a ser rechazados y a no ser aceptados en un grupo.

 

5. Tener hábitos de vida saludables

 

Esto ayudará a promover una conducta sana y alejada de sustancias psicoactivas. Ser conscientes de la importancia de cuidarse para tener una buena salud física y mental. Fomentar actividades de ocio saludables, por ejemplo, practicar algún deporte.

 

6. Identificar señales de alarma

 

Servirá para que sea más fácil reconocer a tiempo que alguien de tu alrededor tiene una adicción o un principio de adicción. Cuanto antes se detecte mejor, porque será más sencillo que esa persona deje atrás su adicción, ya que cuanto más tiempo pase más dependiente será, habrá desarrollado más enfermedades relacionadas con la adicción y el síndrome de abstinencia será peor cuanto más adicto sea.

 

7. Ser un buen ejemplo

 

Ser coherente con los actos, que lo que hagas y lo que digas tenga relación, esté en armonía. Es difícil evitar que un joven tome drogas si en su casa sí que consumen. Se ve como una contradicción y como un ejemplo a seguir. Tampoco es aconsejable tener una actitud que minimice el consumo de drogas, que le reste importancia y que normalice su uso.

 

8. Conocer su entorno de la persona joven

 

Muestra interés por lo que le gusta, por conocer a sus amigos, su entorno en el ámbito escolar… Son elementos que te ayudarán a entender mejor al adolescente y que permitirá una mejoría y una fluidez en la comunicación entre ambos. En el caso que tenga algún problema o le preocupe algo, será más probable que lo exteriorice y te lo cuente.

 

9. No ser una persona sobreprotectora

 

No es factible sobreproteger a un adolescente porque el efecto que provocará será el contrario. Lo mejor es ayudarle a desarrollar un sentido crítico para que él pueda enfrentarse a las situaciones. Eso sí, siempre con tu apoyo.

 

10. Poner límites

 

Como hemos comentado anteriormente, no hay que sobreprotegerlos porque puede generar consecuencias negativas en el desarrollo del adolescente. Ahora bien, es importante poner límites y establecer ciertas normas. Hay que encontrar el punto intermedio entre sobreprotegerlos y dejar que hagan lo que quieran siempre. Darles la confianza para que sean los jóvenes quienes decidan, pero a la misma vez tenerlos controlados.

 

La importancia del tratamiento de adicciones

La prevención del consumo de droga es la mejor estrategia, pero si por desgracia la persona ya es adicta, en Intastur, centro de tratamiento de adicciones le podemos ayudar.

 

Contamos con los mejores terapeutas de adicciones que establecerán el tratamiento que mejor convenga a cada caso. Además, trabajamos con grupos reducidos para poder ofrecer un tratamiento y una atención más personalizada. No dudes en contactar con nosotros si necesitas recuperar el control de tu vida, o la de alguien de tu alrededor.

 

Proporcionamos apoyo y asesoramiento a los pacientes y a sus familiares. Acompañamos en el proceso conjunto de la desintoxicación y la deshabituación, hasta lograr alcanzar la abstinencia total del paciente y la recuperación de su calidad de vida.

 

Ponte en contacto con nosotros y te ayudaremos a superar la adicción con o sin sustancia.

Orientación sobre las adicciones y su prevención

Una de las mayores preocupaciones como padres cuando nuestros hijos se acercan a la adolescencia es el riesgo de inicio del consumo de drogas legales e ilegales.

 

En esta etapa hay una mayor interacción social con su entorno, esto favorece que comiencen a establecerse vínculos más fuertes con los amigos y compañeros, que le llevan a tener otras figuras que se constituyan en guías de sus acciones.

 

Los estudios actuales indican que el inicio del consumo es entre los 12-13 años. El inicio o vía de entrada suele ser el alcohol y el tabaco, posteriormente la progresión observada es hacia marihuana y la cocaína en muchos casos, siendo esta progresión mayor cuanto más precoz es el consumo.

 

Se han propuesto varias explicaciones para esta progresión en el consumo: pacientes con historia familiar de consumo, herramienta que utiliza el adolescente para "encajar" con un grupo de iguales, o para mejorar su nivel de socialización al permitir cierta desinhibición, o en algunos casos como recurso para adaptarse a situaciones nuevas, o difíciles vividas por el adolescente como son rupturas de pareja, separación de padres, adaptación a nueva institución escolar, cambio de vivienda, etc.

 

Además de ello, un gran número de investigaciones científicas demuestra que el inicio precoz del consumo de drogas ilícitas se asocia con un consumo problemático de la droga, deterioro de la salud mental, adopción de conductas sexuales de riesgo y una mayor probabilidad de desarrollar conductas delictivas.

 

Por lo tanto, nuestros adolescentes deben aprender a tomar decisiones en relación con las drogas y a su alta disponibilidad en nuestra sociedad, eligiendo entre la abstinencia o el consumo de las mismas y deben estar informados sobre las consecuencias y los efectos que conlleva su consumo, en una etapa vital tan crítica como la adolescencia, donde se está formando la personalidad de ese individuo.

 

Puntos fundamentales para la prevención del consumo en adolescentes

El período de mayor riesgo de inicio en el consumo de drogas ocurre en la adolescencia mediana a tardía (a partir de los 15 años de edad), por lo que esta etapa entre los 11 y 14 años es clave para tomar acciones preventivas y evitar que tu hijo experimente con drogas.

 

Los factores de riesgo (fracaso académico, problemas familiares, baja autoestima, comorbilidad con otros trastornos psiquiátricos), el tiempo de ocio, la socialización con la familia, amigos, escuela, son de vital importancia, y deben ser conocidos por educadores, padres y profesionales para poder ser capaces de hacer intervenciones preventivas que pueden proporcionar recursos para mejorar los niveles de los factores de protección de los jóvenes.

 

Entre las medidas que los padres pueden implementar para prevenir el consumo de drogas en los hijos se encuentran:

 

1. Fomentar la autoestima

 

Desde la infancia los padres deben estar atentos a la forma en que se desarrolla la autoestima de sus hijos. Es importante acompañarlos, quererlos, entenderlos y en todo momento comunicarse con ellos.

 

Hay que adoptar medidas que estimulen que el niño tenga un buen concepto de sí mismo, lo que es un factor que tiene un gran impacto en la autoestima.

 

Un joven con una buena imagen de sí mismo y una buena sensación de autovalor tiene menos riesgos de recurrir a las drogas, mientras que una baja autoestima por factores como un bajo rendimiento escolar, es una causa que lleva a muchos jóvenes a la adicción.

 

2. Mantener una buena comunicación

 

Mantener un buen canal de comunicación con los padres es una forma de reducir el miedo y la incertidumbre de los hijos frente a todos los cambios que ocurren en su cuerpo y en su mente en la adolescencia.

 

El diálogo constante entre padres e hijos es fundamental, pero también lo es el control parental en esta etapa de la vida del adolescente. Aunque los hijos suelen rehuir de los padres, el diálogo debe favorecer un entendimiento entre las partes para saber qué está haciendo el hijo en cada momento.

 

Los padres extremadamente autoritarios o exigentes pueden generar tensión en la relación que lleve a su hijo a buscar apoyo o consejo en terceros, lo que no siempre es conveniente.

 

3. Estimular que tengan una conducta responsable

 

Es muy importante aportar valores. Tanto la escuela como la familia deben enseñar e inculcar unos valores que el adolescente debe crear como propios.

 

Cuando los adolescentes han aprendido a respetar los límites y las normas impuestas por sus padres, tienen un modelo de conducta a seguir y una conducta más responsable.

 

Por lo general uno de los límites se refiere al uso de sustancias que pueden hacerles daño, como es el caso de las drogas, el cigarrillo y el alcohol.

 

4. Conocer las actividades que realiza tu hijo y fomentar actividades de ocio

 

Si bien en esta etapa los adolescentes tienen muchas actividades fuera del hogar, es necesario que tengamos conocimiento del entorno del adolescente. No hace falta ejercer un control exhaustivo sobre los hijos, pero debemos saber quiénes son sus amigos, los lugares que frecuencia, sus actividades porque no sabemos de qué manera pueden llegar los malos hábitos y costumbres en su vida. Crear buenas relaciones entre el grupo de iguales, familia y colegio es fundamental también para detectar problemas.

 

Fomentar actividades de ocio tanto entre padres e hijos como entre hermanos y amigos, es importante para crear hábitos de ocio que fomenten el deporte y la práctica de diversas actividades. Con ello se mantienen ocupados y adquieren rutinas estables.

 

5. Hablar sobre las drogas

 

En ocasiones este puede ser un tema difícil de tratar, pero hay que hacerlo lo antes posible.

 

El adolescente necesita de una total información sobre el tabaco y otras drogas desde el colegio o el instituto y desde casa. Es la sociedad en general quien debe también educar e informar sobre los peligros que suponen el uso repetitivo de estos hábitos.

 

El mejor momento para hablar de este tema es cuando tu hijo hace alguna pregunta. Sin embargo, se debe aprovechar cualquier oportunidad para plantear el tema y hablar abiertamente sobre ello.

 

En ocasiones puede haber sesgos sobre los efectos de las sustancias, en un sentido o en otro. Por ello es de gran relevancia proporcionar información correcta y tener siempre presente que el objetivo de una persona es tener las suficientes habilidades para enfrentarse adecuadamente a su entorno y tener una buena adaptación en el mismo.

 

Las drogas traen graves consecuencias tanto a la salud física como a la salud mental del individuo que deben ser explicadas. Hay que hablar también sobre la posibilidad de que al niño le ofrezcan drogas en la calle, en el colegio y que lo pueden hacer incluso sus amigos. También es posible que se las ofrezca un extraño sin decirle que se trata de una droga, por lo que hay que reforzar los cuidados frente a la interacción con personas extrañas.

 

Y por último es vital ponerse en contacto con profesionales ante la sospecha o confirmación del consumo de cualquier droga, para valorar la situación de manera conjunta y realizar una intervención precoz.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) una adicción es una enfermedad física y psicoemocional que crea una dependencia o necesidad hacia una sustancia, actividad o relación. Se caracteriza por un conjunto de signos y síntomas, en los que se involucran factores biológicos, genéticos, psicológicos y sociales. Es una enfermedad progresiva y fatal, caracterizada por episodios continuos de descontrol, distorsiones del pensamiento y negación ante la enfermedad.

 

 

 

La adicción es una enfermedad crónica y recurrente que se caracteriza por la búsqueda y el consumo compulsivo de drogas, a pesar de sus consecuencias nocivas.

 

 

Se considera una enfermedad que afecta al cerebro porque las drogas modifican su estructura y funcionamiento afectando al sistema de gratificación.

 

 

Ciertos hábitos de conducta aparentemente inofensivos también pueden convertirse en adictivos e interferir gravemente en la vida cotidiana ( familiar, laboral, social ) Estas adicciones comportamentales conllevan los componentes fundamentales de los trastornos adictivos, como son la falta de control y la dependencia.

 

 

¿Cómo podemos prevenirlas?

Cómo puedo prevenir las adicciones

La prevención de adicciones es el conjunto de actuaciones frente al consumo de drogas o a otras conductas adictivas encaminadas a:

 

Fomentar factores de protección

Eliminar o modificar los factores de riesgo

La finalidad que persigue la prevención de las adicciones es:

 

Evitar que se produzca el consumo o conducta adictiva

Retrasar la edad de inicio 

Evitar que se convierta en un problema para la persona o para su entorno social

Se desarrollan programas de prevención de drogodependencias y de otros trastornos adictivos en diferentes ámbitos:

 

Educativo

Familiar

Comunitario

De ocio y tiempo libre

Los programas tienen como objetivo cambiar de manera favorable el balance entre los factores de riesgo y los de protección frente a las adicciones en las familias, escuelas y comunidades.

 

Prevención en la comunidad

Prevención en la comunidad

La prevención comunitaria promueve la capacitación y el fortalecimiento de la comunidad a través de las personas que la integran, favoreciendo su implicación en la transformación de aquellos aspectos ambientales que afectan a la salud individual y colectiva.

 

El  Plan de Formación en  Prevención Comunitaria de las Drogodependencias "Actúa" persigue la finalidad de capacitar a los mediadores sociales para poder ejercer su rol preventivo de forma efectiva con los diferentes colectivos con los que trabajan.

 

ACTÚA Formación en prevención comunitaria

Actualmente el programa no está vigente, mientras se prepara la edición revisada y actualizada del mismo para próximos cursos.

 

Se trata de un Plan de Formación en Prevención  universal y selectiva para dotar a los mediadores sociales de  conocimientos y habilidades que les permita:

 

Potenciar los factores de protección

Disminuir los factores de riesgo

ante los problemas relacionados con las drogas a los que se exponen los grupos y personas que conforman la población destinataria final, de manera que se incremente la efectividad  de las actuaciones preventivas comunitarias.

 

Se dirige, entre otros, a:

 

Personal sanitario,

Personal de Servicios Sociales

Policías locales

Profesionales y voluntarios que trabajan con menores en riesgo o vinculados a entidades de iniciativa social

Alumnos universitarios que cursan especialidades con responsabilidad en la salud física, psíquica y social de las personas

La formación tiene una duración de 12 horas y se lleva a cabo por profesionales especializados en prevención de drogodependencias y da prioridad al conocimiento activo.

 

Se combina la presentación o recopilación de información teórica basada en la evidencia con el análisis de la experiencia de las personas participantes: problemas relacionados con las drogas en su entorno inmediato y reflexión sobre cuál puede ser su función mediadora.

 

 

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